“Y Jehová respondió a Samuel: No mires a su parecer, ni a lo grande de su estatura, porque yo lo desecho; porque Jehová no mira lo que mira el hombre; pues el hombre mira lo que está delante de sus ojos, pero Jehová mira el corazón”
Contexto: Samuel, un juez de Israel, es llamado por Dios a ungir al próximo rey de Israel. La orden fue que visitara a Isaí, porque uno de sus hijos sería el elegido por Dios.
Así es como Samuel ve a 7 de los hijos de Isaí, y se asombra al ver que eran grandes y guerreros fuertes. Incluso piensa que uno de ellos sería el escogido por Dios, pero ni uno de los que tenía delante de sus ojos sería el escogido. -¿tienes más hijos?- pregunto Samuel. –Si, queda el más pequeño, David, que está en el campo cuidando mis ovejas, pero no creo que sea él lo que busca… –tráiganlo, por favor-.
Al llegar David, Dios le dijo a Samuel que él era, y éste lo ungió como el próximo rey de Israel.
Hoy en día: estamos rodeados de “estereotipos” de personas, es decir, muchas cosas que intentamos hacer, pensar, vestir, comer, reflejan alguna moda. Hay muchas modas que siguen a grupos musicales, a estrellas de cine, deportistas, famosos, etc. y podemos ver a personas “en serie” caminando por las calles.
… “el hombre mira lo que está delante de sus ojos” …
Así como Samuel se impresionó con la apariencia física de los hijos de Isaí, nos impresionamos con facilidad por los distintos modelos a seguir, y nos intentamos parecer a ellos, poniéndonos a la moda con distintos accesorios, “necesitando” comprar la ropa más cara, solicitando “la marca” de zapatillas, y no nos damos cuenta que eso es solamente consumismo, que hace ver solo lo superficial de las cosas. No estoy en desacuerdo con querer vestir bien, verse bien, pero si estoy en completo desacuerdo con ostentar, comprar las cosas más caras, comprar, comprar y comprar más, porque las cosas materiales, ahí quedan.
… “pero Jehová mira el corazón” …
Clarísima es la palabra… Dios no se escandaliza, ni menos se impresiona por lo que vistamos, o cómo nos veamos, pero si se escandaliza o se impresiona por la actitud de nuestro corazón.
Vemos en la Biblia que Dios vio al corazón de David como un corazón conforme al corazón de Dios, que muchos hombres de corazón intentaron agradar a Dios, y El se agradó por la intención que tenían en su corazón… nuevamente digo, El no se impresiona por lo que le demos, es dueño de todo… pero si de corazón le queremos agradar, entonces El nos dirá como hacerlo y se sentirá contento de nosotros.
… Jesús, el “estereotipo” perfecto …
“Cristiano” significa “pequeño Cristo”, por lo tanto quienes nos llamamos cristianos, somos llamados a ser eso, unos “Cristo en miniatura”.
Jesús, en Mateo 11:29 nos dice: “llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mi, que soy manso y humilde de corazón, y hallaréis descanso para vuestras almas”
Tratemos de que nuestro corazón sea manso y humilde, aprendiendo día a día de Jesús, para agradar a Dios en nuestro diario vivir…
Forja tu propia personalidad, y sobre todo, reconoce a Dios obrando alrededor tuyo, con sencillez de corazón y agradécele por darte la vida, que es hermosa…
Así es como Samuel ve a 7 de los hijos de Isaí, y se asombra al ver que eran grandes y guerreros fuertes. Incluso piensa que uno de ellos sería el escogido por Dios, pero ni uno de los que tenía delante de sus ojos sería el escogido. -¿tienes más hijos?- pregunto Samuel. –Si, queda el más pequeño, David, que está en el campo cuidando mis ovejas, pero no creo que sea él lo que busca… –tráiganlo, por favor-.
Al llegar David, Dios le dijo a Samuel que él era, y éste lo ungió como el próximo rey de Israel.
Hoy en día: estamos rodeados de “estereotipos” de personas, es decir, muchas cosas que intentamos hacer, pensar, vestir, comer, reflejan alguna moda. Hay muchas modas que siguen a grupos musicales, a estrellas de cine, deportistas, famosos, etc. y podemos ver a personas “en serie” caminando por las calles.
… “el hombre mira lo que está delante de sus ojos” …
Así como Samuel se impresionó con la apariencia física de los hijos de Isaí, nos impresionamos con facilidad por los distintos modelos a seguir, y nos intentamos parecer a ellos, poniéndonos a la moda con distintos accesorios, “necesitando” comprar la ropa más cara, solicitando “la marca” de zapatillas, y no nos damos cuenta que eso es solamente consumismo, que hace ver solo lo superficial de las cosas. No estoy en desacuerdo con querer vestir bien, verse bien, pero si estoy en completo desacuerdo con ostentar, comprar las cosas más caras, comprar, comprar y comprar más, porque las cosas materiales, ahí quedan.
… “pero Jehová mira el corazón” …
Clarísima es la palabra… Dios no se escandaliza, ni menos se impresiona por lo que vistamos, o cómo nos veamos, pero si se escandaliza o se impresiona por la actitud de nuestro corazón.
Vemos en la Biblia que Dios vio al corazón de David como un corazón conforme al corazón de Dios, que muchos hombres de corazón intentaron agradar a Dios, y El se agradó por la intención que tenían en su corazón… nuevamente digo, El no se impresiona por lo que le demos, es dueño de todo… pero si de corazón le queremos agradar, entonces El nos dirá como hacerlo y se sentirá contento de nosotros.
… Jesús, el “estereotipo” perfecto …
“Cristiano” significa “pequeño Cristo”, por lo tanto quienes nos llamamos cristianos, somos llamados a ser eso, unos “Cristo en miniatura”.
Jesús, en Mateo 11:29 nos dice: “llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mi, que soy manso y humilde de corazón, y hallaréis descanso para vuestras almas”
Tratemos de que nuestro corazón sea manso y humilde, aprendiendo día a día de Jesús, para agradar a Dios en nuestro diario vivir…
Forja tu propia personalidad, y sobre todo, reconoce a Dios obrando alrededor tuyo, con sencillez de corazón y agradécele por darte la vida, que es hermosa…
SALUDOS
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